Sin embargo, el jueves 2 de noviembre los pobladores los encontraron en la cima de un cerro, con signos de haber sido devorados por animales silvestres en todo este tiempo que yacían sin vida.
Tras el hallazgo, se comunicó a sus familiares y los reconocieron en el lugar. Ellos sospechan que pudieron haber ingerido sustancias tóxicas (veneno) logrando quitarse la vida en el desolado lugar.
De igual forma los comuneros comunicaron del hecho a las autoridades policiales para que realicen las diligencias y procedan con el levantamiento de cadáveres, identificación y necropsia de ley, para determinar las causas de la muerte de ambos adolescentes.