El puma es una hembra de un año y medio aproximadamente, y por su edad aún no es capaz de cazar por sus propios medios, presumiéndose que su madre se separó de ella o haya podido morir tiempo atrás y por eso, no pudo ser alimentado durante todo este tiempo, llegando a este calamitoso estado.
Desde que fue encontrado (lunes 25 de marzo), el Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre – SERFOR Apurímac, y la municipalidad provincial de Abancay hacen todo lo posible para salvar al felino que en estos tiempos se ven amenazados en su habitad por la presencia de la minería artesanal y expansión urbana a las zonas altas de las montañas.