Uno de los momentos más simbólicos de la jornada ocurrió frente a la Prefectura Regional de Apurímac, donde los manifestantes realizaron un breve plantón y quemaron imágenes del presidente José Jeri y del ex titular del Congreso, Fernando Rospigliosi, como muestra de rechazo a las recientes decisiones políticas del Ejecutivo y el Legislativo.
Pese a la lluvia intensa, la movilización continuó de manera pacífica y sin incidentes, bajo resguardo de la Policía Nacional, que acompañó el desplazamiento de los participantes para garantizar el orden público.
Con esta acción, Abancay se sumó a las protestas desarrolladas en distintas regiones del país. Los organizadores señalaron que esperan una mayor participación ciudadana en próximas convocatorias, pues consideran que la movilización nacional marca el inicio de una nueva etapa de exigencia popular y renovación política.