El día principal, 31 de julio, iniciará con el alba y saludo de 21 camaretazos, seguido por la misa central en honor al Señor de Ánimas. Luego se desarrollará la solemne procesión de la sagrada imagen, momento de profunda espiritualidad para los devotos. Posteriormente, se ofrecerá un almuerzo de confraternidad para los asistentes, fortaleciendo los lazos comunitarios en torno a la fe.
Las actividades culminarán el 1 de agosto con la celebración de una Santa Misa y el esperado festival taurino en el ruedo que lleva el mismo nombre del santo patrón, donde se prevé una masiva concurrencia y participación de destacados exponentes del arte taurino.
La festividad del Señor de Ánimas es una de las expresiones religiosas y culturales más importantes de la región Apurímac. Autoridades locales, fieles y turistas esperan con entusiasmo este evento que, año tras año, renueva la devoción colectiva y refuerza la identidad cultural del pueblo chalhuanquino. Según la tradición la imagen del Señor de Ánimas fue hallado del 14 de septiembre de 1856 en el barrio de Canchuillca durante una faena agrícola organizada por Don Benito Garay. Mientras se araba la Tierra una yunta se detuvo bruscamente y el arado desenterró la cabeza de una imagen sagrada lo que causó asombro y devoción entre los presentes. Ante el hecho, el trabajo fue suspendido y pese a los esfuerzos por encontrar el resto de cuerpo no fue hallado, la noticia se difundió rápidamente y autoridades y vecinos acudieron al lugar proclamando con fe Señor de Ánimas. La imagen fue trasladada esa misma noche a la casa de Don Benito, dónde permaneció por muchos años y pasó luego a manos de sus descendientes. Durante décadas la imagen fue venerada en hogares particulares donde los fieles acudían en busca de milagros, protección y sanación. Ante la creciente devoción y para evitar su traslado a otras localidades el pueblo decidió entregarle oficialmente a la iglesia matriz. Finalmente hacia fines de los años 50 se construyó su propio templo en el lugar de su hallazgo desde entonces el señor de Ánimas es considerado el guardián eterno de Chalhuanca derramando bendiciones sobre su pueblo y siendo el centro de una de las festividades religiosas más importantes de Apurímac.