La bacteria se transmite principalmente por contacto directo con superficies contaminadas, material médico no esterilizado o por el contacto entre pacientes y personal sanitario. Aunque no se contagia por vía aérea, su persistencia en el entorno hospitalario la convierte en un agente de difícil control, por lo que se recomienda extremar las medidas de higiene, desinfección y vigilancia epidemiológica.
Ante este panorama, expertos en salud explican que Apurímac debe adoptar medidas preventivas, como reforzar los protocolos de bioseguridad en hospitales, capacitar al personal médico en control de infecciones y monitorear a los pacientes que provengan de centros de salud del Cusco. La detección temprana y el aislamiento de posibles casos serían claves para evitar que el brote se extienda.
Finalmente, el sector Salud de Cusco informó que los ocho pacientes se encuentran bajo observación médica y que se ha iniciado un cerco epidemiológico para evitar nuevos contagios. Las autoridades regionales de salud exhortaron a las instituciones vecinas a mantener la alerta sanitaria activa, especialmente en zonas donde se comparte atención hospitalaria y traslado de pacientes.
