La magnitud del deslizamiento alcanzó alrededor de siete metros de longitud de la vía, lo que hizo imposible el paso de vehículos. Los pasajeros solo atinaron a realizar trasbordos para llegar a su destino, generando malestar y retrasos en las actividades cotidianas de la población.
Ante la emergencia, las autoridades locales coordinaron la disposición de maquinaria pesada para realizar las labores de limpieza y despeje de la carretera, el mismo que se concretó el 18 de agosto. Los trabajos se ejecutaron de forma rápida con el fin de restablecer la transitabilidad lo más pronto posible.
No es usual que en esta época se produzcan deslizamientos, y al parecer habría sido causado por filtraciones de agua. Entre tanto, hasta ayer se reportó el tránsito con normalidad en toda esta ruta.