Las cifras son contundentes: más de 800 camiones al día atraviesan la ciudad, provenientes principalmente de las minas de Pamputa y otras operaciones cercanas. El paso continuo ha dejado severos daños en zonas clave, como las pistas cercanas al Instituto, al colegio Renzo Michelly, y a los barrios Illaracsa, Señor de la Exaltación y Señor de los Milagros. Los vecinos describen la situación como si “hubiera pasado un bombardeo” en los accesos y salidas de Chuquibambilla.
Ante la falta de respuesta efectiva por parte de las autoridades locales y regionales, crece la tensión social. Los vecinos aseguran que, de persistir la indiferencia, podrían adoptar medidas más drásticas, como el bloqueo del paso de camiones, para exigir soluciones inmediatas al problema que vienen denunciando desde hace meses.
La población demanda la pronta intervención de las autoridades competentes, así como un plan integral que incluya el asfaltado de las vías afectadas, control de horarios y medidas de mitigación del polvo. El temor es que, de no atenderse este reclamo, la situación escale a un conflicto social de mayores proporciones.