De acuerdo con los testimonios recogidos, las familias más humildes son las que sufren mayores consecuencias, debido a que muchas de ellas habitan en chozas o cabañas rústicas que no brindan la protección adecuada contra las bajas temperaturas. La precariedad de sus viviendas hace más difícil resistir las inclemencias del clima.
Los comuneros han expresado su temor de que este fenómeno se prolongue en los próximos días, lo que podría agravar aún más la situación de vulnerabilidad en que se encuentran. El forraje para los animales empieza a escasear, lo que podría ocasionar pérdidas económicas y comprometer la alimentación de los camélidos sudamericanos.
Ante este panorama, los pobladores de Lucre han solicitado a las autoridades de turno atender de manera inmediata sus necesidades. Piden apoyo con alimentos, frazadas y forraje para sus animales, con el fin de enfrentar este periodo de frío extremo sin que la situación derive en consecuencias más graves para la población.