Durante la jornada, los mayordomos ofrecieron a los participantes música en vivo interpretada con arpa y violín, así como un compartir de alimentos, fortaleciendo así el espíritu de unión y cooperación entre los comuneros. Estas actividades se sumaron a la faena, generando un ambiente festivo y de camaradería.
La limpieza del canal y el reservorio es una tarea ancestral para conservar el agua y mejorar las condiciones de los sistemas de riego. De esta manera, los comuneros buscan asegurar una buena producción agrícola y prevenir problemas en la distribución del recurso hídrico durante la temporada de siembras y cosechas.
Con esta celebración, la comunidad de Llinqui no solo mantiene viva una costumbre heredada de sus ancestros, sino que también refuerza la importancia del cuidado del agua como un recurso vital para la agricultura y la vida misma, en un contexto donde su preservación es cada vez más necesaria.