Durante su estancia en la ciudad, los “Patadita” recorrieron diversos colegios como el Esther Roberti, Bolognesi, Miguel Grau y Pueblo Libre, donde realizaron demostraciones de dominio del balón y compartieron reflexiones con los alumnos. Cada presentación combinó espectáculo y enseñanza, transmitiendo a los jóvenes la importancia de mantener una mente positiva y un cuerpo activo.
El reto cumplido en la Plaza de Armas se convirtió en un símbolo de esfuerzo y superación. Durante nueve minutos, los hermanos mantuvieron el balón en el aire sin dejarlo caer, mientras el público aplaudía y coreaba su nombre. La hazaña fue recibida con admiración por parte de los asistentes, quienes reconocieron el talento y la dedicación de estos promotores del deporte.
Finalmente, los hermanos Figueroa Wong agradecieron la cálida acogida de los abanquinos y destacaron el apoyo de los profesores en cada institución visitada. Ratificaron su compromiso de continuar recorriendo el país llevando un mensaje de esperanza, motivación y valores, convencidos de que el deporte puede transformar vidas y construir una sociedad más justa y solidaria.