Los comuneros y personal de apoyo trabajaron intensamente para controlar y extinguir el incendio, arriesgando sus propias vidas en medio de condiciones adversas. Este esfuerzo colectivo permitió evitar que el fuego se propague hacia zonas habitadas y terrenos de cultivo, aunque dejó evidencia clara del peligro que representan estos eventos, cada vez más frecuentes.
Con este, ya suman tres los incendios forestales ocurridos en diferentes puntos de la región en lo que va del año, lo que ha encendido las alertas sobre la necesidad de reforzar la prevención y respuesta ante emergencias. Sobre todo los municipios distritales y provinciales deben estar preparándose con campañas de sensibilización y conformar sus brigadas de alerta y de primera respuesta para evitar pérdidas humanas y medios de vida como las ocurridas en los últimos años.
Finalmente, recordar que la región Apurímac es una región altamente vulnerable a incendios forestales durante la temporada seca, por lo que se pide a las comunidades mantenerse en alerta y reportar cualquier señal de fuego a las autoridades competentes.